sábado, 21 de mayo de 2016

Pero no esta noche

Lo bueno de no ser radical es que puedes desdecirte de las afirmaciones sin mayor consecuencia. Y yo hoy voy a hacer justo eso: desdecirme. Bueno, o matizar, que queda mejor. La última vez que hablamos yo les contaba lo difícil que me resulta identificarme con un grupo, lo incómoda que me siento con las etiquetas, pero ahora necesito confesar un reciente momento de comunión. Fue el sábado pasado en Granada. El motivo, un concierto de 091, un grupo de rock de los 80 y 90 que, tras 20 años separado ha vuelto a hacer una serie de conciertos en los que ha reunido a los que nos bebíamos cada una de sus letras críticas, inteligentes, con toques literarios… No llegaron a ser aptos para el consumo de masas, pero se hicieron un grupo de culto imprescindible para sus correligionarios. Por eso el sábado en el concierto, con la complicidad de la noche granadina, se produjo la catarsis. Supongo que todo suma y no fue solo la música sino la ciudad misma donde pasé siete años de formación universitaria, laboral y personal; la noche de primavera que espantó la lluvia hasta que dejó que la luna se hiciera fuerte sobre nosotros; los reencuentros con quienes cabalgan conmigo sobre los años aunque vivan a cientos de kilómetros de distancia;  lo cierto es que hubo un momento entre saltos y gargantas enfervorizadas en que me sentí parte de esa multitud que abarrotaba la plaza de toros gritando que “como tú, sigo en el laberinto”, “sé muy bien que el destino guarda cartas en la manga, el mundo se derrumba a mi alrededor y yo contengo la respiración”. ”Un ritual de confusión, eso es la vida mi amor” pero  “no importa el sitio porque el amor está debajo de las piedras”. Yo “tardé en comprender la verdad de las cosas, tardé en comprender que la vida es muy corta”, “buscando algo que hacer, buscando algo en qué creer, buscando el lado oscuro de las cosas”. Magia destilada por miles de gargantas que cantaban a coro la efímera verdad de que  “si es un poco triste esta canción, te daré una pequeña esperanza”. “No habrá problemas esta noche, no habrá cadenas que te estorben, quizá mañana sea igual pero no esta noche porque la luna brillará en el negro cielo hoy”. A ritmo de rock, claro.

1 comentario:

  1. Qué bueno! Que buena es la conjunción de música, buena atmósfera y masa amigable!
    Si además sirve para rememorar tiempos pasados....

    ResponderEliminar