miércoles, 11 de octubre de 2023

Imperturbables

 

Vivimos una época rara, o tal vez todas lo son, pero esta se televisa. Llevamos demasiados años ya desayunando con imágenes terroríficas de bombardeos, guerras, catástrofes naturales o provocadas emitidas en directo. No sé si esta sobreexposición nos ha hecho duros, impermeables ¿Indiferentes? Lo cierto es que, ahora que la profesión de periodista ha perdido prestigio, cada móvil es capaz de convertirse en un reportero freelance deseoso de retransmitir una posible noticia que salga al paso. La tecnología ha dado un paso más y ha ofrecido la IA para manipular imágenes. Así que además de inventar noticias, ahora se ilustran. Vídeos, fotos... casi indistinguibles de la realidad. Aunque ya nada nos asombre, repugna ver a nuestras generaciones más jóvenes tan adaptadas a esta manipulación como para usarla sin ninguna ética. El reciente escándalo de las fotos de niñas desnudadas por sus compañeros gracias a una app, se redimensiona cuando nos enteramos de que los responsables intentaron además extorsionarlas con ellas.

Es más reciente aún la noticia de la llegada de una patera con 28 inmigrantes, uno de ellos fallecido en el trayecto, a la playa de Las Redes de El Puerto. Acababa de terminar la temporada alta de turismo y estaba casi recién empezada la escolar. Calor de verano, marea baja. El vídeo del desembarco resulta casi irreal. La nave se acerca mientras un caminante pasea por la orilla a ritmo constante, rutinario. La barca llega a la costa, vomita personas mientras el paseante no cambia su rumbo. Se le ve atravesar el grupo de recién llegados como si no los viera hasta hacerse indistinguible. Comenté el hecho en clase de 1º de ESO, 11 y 12 años, les hablé de cuánto me extrañó el comportamiento imperturbable del aquel señor ¿Cómo habríamos reaccionado nosotros? Alguien dijo que habría pedido ayuda, claro, pero otro, sin dudarlo, afirmó: “yo me quedaría con el barco”.

Aparece en nuestro lugar de ocio una tragedia humana de dimensión universal; desembarcan de la mano el miedo, la esperanza y el dolor. Es real, lo sabemos. No detenemos el paso. Mañana la cubrirá la marea de otras imágenes novedosas o manipuladas. Y seguiremos insensibles, imperturbables.