sábado, 21 de enero de 2023

Más futuro

 Hay un cierto revuelo con la GPT3, la inteligencia artificial que permite generar lenguaje escrito. Se puede usar gratis, al menos por ahora. Parece que al ser una herramienta capaz de aprender, este uso gratuito por parte de los usuarios ayudaría a mejorar la siguiente versión (GPT4) que ya está preparada y que sería de pago. Es decir, seremos conejillos de indias a los que luego cobrarán. Escuché a periodistas que habían comprobado que generaba entrevistas y presentaciones de reportajes. Me resultó fascinante, pero peligroso.


Quise comprobarlo, así que le pregunté directamente en qué sentido me podría ayudar y me dijo que me ayudará a producir contenido de alta calidad y eficiente con mayor rapidez, ya que seleccionará y organizará automáticamente palabras y frases que sean relevantes para el tema específico sobre el que esté escribiendo. Además, podrá ajustar el contenido a la voz de su marca, ya que puede "aprender" y reflejar la escritura y los patrones típicos que usa.” ¿Me escribiría esta columna de opinión? “No, esta herramienta puede ayudar a escribir contenido de calidad con mayor rapidez, pero no puede reemplazar la creatividad y habilidades de la persona. En este caso, usted tendría que escribir la columna de opinión, luego podría usar la herramienta para ayudarle a editar y mejorar el contenido.” Pero yo creo que me mintió, me vaciló para que no lo culpara, porque le consulté acerca de los celos en una relación de pareja (tema de un texto argumentativo de 2º Bachillerato para preparar la selectividad) y me contestó de modo impecable. Confirmó mi temor.

Nuestro alumnado cada vez está menos interesado en la lectura y más en redes sociales solo de imágenes en las que pasan horas y horas. Una tarea como leer se les hace muy cuesta arriba, cada vez tienen menos referentes. Si ahora, además, una herramienta gratuita puede hacer sus tareas… Temo que se conviertan en analfabetos funcionales y entonces ya sí, estarán a merced de quienes los quieran manejar. Le pregunté esto mismo al GPT3 y escurrió el bulto: “Si los alumnos se convierten en analfabetos funcionales, esto es un problema que debe abordarse con la educación y la formación adecuadas”. Pues eso.

sábado, 7 de enero de 2023

Silencio

A veces conviene dejar entrar al silencio. Abrirle la puerta cuando ya se ha cerrado detrás de la fiesta, la familia y los que vinieron de visita. Dejarlo pasar antes de la recomposición de la rutina que impone su trasiego de idas y venidas; de cacharros que se ordenan; tareas por hacer; gente a la que atender. Elegir el arrojo que supone ahora dejar el móvil lejos o apagado; el ordenador en suspensión; la tele y la tablet a oscuras. Y entonces ordenar, no la vajilla, la ropa y los regalos. Ordenar las conversaciones, los abrazos y las ausencias. El ruido de estos días. Dejar entrar también a la nostalgia, pero solo lo justo, que se acomode y se haga un sitio para evitar la tentación de que lo ocupe todo como el polvo que de nuevo hay que volver a quitar. Acomodar también los encuentros, las risas, los miedos y las decepciones. Acoplar los ratos de paz, de afirmación, de agradecimiento e incluso de amor. Lo que las celebraciones trajeron con su alboroto. Evitar que las vivencias se solapen, que no quede solo un borrón de todo ello.

Antes del barullo sentarse a respirar. Sin música. Sin prisa. Sin límites. Contemplar en la pared el reflejo del sol de invierno; las partículas de polvo suspendidas en un haz de luz mientras el silencio se extiende como una alfombra que ampara lo recogido en la cosecha de lo último vivido. Renovarse y amoldarse para salir adelante, para adaptarse al nuevo ser en que nos vamos convirtiendo asumiendo que el tiempo nos traspasa y deja su huella en la piel, las fuerzas y la mirada hasta que somos otros.

Tomar una dosis de silencio como reconstituyente. Ampararnos en él para replegarnos un rato en la intimidad de la soledad escogida y recomponernos. Coger fuerzas antes de ponernos en marcha.

Empaparnos de un silencio tan denso que nos permita aprender de nuevo a hablar